La Provincia del Interior Montañoso es la región de mayor extensión territorial en Puerto Rico. La provincia se caracteriza por las cordilleras que se extienden a lo largo de la Isla de oeste a este, particularmente la Cordillera Central. También incluye las laderas norte y sur de las cordilleras, así como varios valles interiores rodeados de montañas. Las elevaciones en la región varían desde el nivel del mar en el oeste de la Isla hasta 4,390 pies (1,338 metros) en el Cerro La Punta, cerca de Jayuya al norte de Ponce (conocido como La Puntita). Desde el punto de vista hidrogelógico, esta región no constituye una fuente significativa de agua subterránea debido a la naturaleza de las rocas que la forman. Aún así, existen bolsillos en valles aluviales interiores y zonas de fallas locales y fracturas en las rocas en toda la región, donde el potencial para producir agua es significativo si se localizan estas estructuras geológicas.
La geología de la Región Montañosa es el factor principal que limita su capacidad hidrogeológica, seguido de las pendientes de los suelos y las rocas. En esta región predominan rocas de origen volcánico como se ilustra en el mapa geológico general de Puerto Rico. Las rocas son predominantemente formadas de cenizas volcánicas y lavas, aunque en el sector de Maricao predominan las serpentinas (rocas compuestas de hierro, aluminio, magnesio, zinc, silica, y níquel). Las áreas en verde intermedio en el mapa geológico representan las zonas de rocas intrusivas de los batolitos de San Lorenzo y Utuado, principalmente granodiorita y cuarzo-diorita. Estas dos áreas forman depresiones rodeadas de montañas debido a los procesos de erosión milenarios, particularmente cerca de Adjuntas y Utuado. Aluvión y residuos de erosión forman los valles interiores de Cidra, Cayey y Caguas-San Lorenzo. El aluvión forma acuíferos de capacidad moderada donde operan pozos públicos y privados.